EE.UU. y China no han mantenido un diálogo sobre el control de armas nucleares desde noviembre de 2023, dijo un funcionario norteamericano a Semafor.
"Lamentablemente, la República Popular China ha declinado celebrar una reunión de seguimiento y no ha dado una respuesta sustantiva a las opciones que sugerimos", afirmó un portavoz del Departamento de Estado.
Según el funcionario, la Administración Biden había propuesto "medidas de sentido común que abordaran los riesgos fundamentales de conflicto y escalada incontrolada en los ámbitos nuclear y espacial".
Entre ellas figuraban la mejora de las comunicaciones de crisis con Pekín, la institución de notificaciones previas a los lanzamientos de pruebas de misiles balísticos estratégicos y los esfuerzos para rebajar las tensiones en el espacio.
Por su parte, el portavoz de la Embajada china en Washington, Liu Pengyu, declaró que Estados Unidos debería "poner fin a su diplomacia de megáfono", y pidió en su lugar que "los países con los mayores arsenales nucleares" reduzcan "significativa y sustancialmente" sus cantidades para impulsar las negociaciones sobre el control de armamento.
En noviembre pasado, Estados Unidos y China celebraron sus primeras conversaciones sobre control de armamentos y no proliferación nuclear en cuatro años.
Entre tanto, la Cancillería del gigante asiático calificó el informe estadounidense de "no objetivo" y "tendencioso".
China dispone de más de 500 ojivas nucleares y probablemente tenga más de 1.000 para 2030, se destaca en el informe sobre el poder militar chino del Departamento de Defensa de EE.UU., publicado este jueves.
"Vemos que la RPC [República Popular China] sigue modernizando, diversificando y ampliando sus fuerzas nucleares muy rápidamente", afirmó un funcionario del Pentágono de alto rango, citado por Reuters, al presentar el informe. "Lo que están haciendo ahora, de comparar con lo que hicieron hace una década, realmente lo supera en términos de escala y complejidad", agregó.
Entre tanto, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, comentó este viernes que el informe estadounidense "no es objetivo y es tendencioso". "China está firmemente comprometida a una estrategia nuclear defensiva y siempre ha mantenido nuestras capacidades nucleares a un nivel mínimo, requerido por la seguridad nacional. No tenemos intención de involucrarnos en cualquier carrera de armas nucleares con ningún país", destacó.
Además, Mao constató que EE.UU. "sigue una política de disuasión nuclear de primer uso, sigue realizando enormes inversiones para modernizar su tríada nuclear, avanza en el despliegue avanzado de fuerzas estratégicas, y refuerza la disuasión ampliada para sus aliados".
"Estas políticas y actos aumentan el riesgo de una carrera armamentística nuclear y de un conflicto nuclear, y solo afectará negativamente al entorno de la seguridad estratégica global", manifestó la vocera, instando a Washington a "abandonar la mentalidad de la Guerra Fría y lógica hegemónica".
Según expertos estadounidenses, los sistemas de combate autónomos cambiarán la guerra para siempre, por lo que será necesaria su regulación internacional.
China y EE.UU. aspiran a desarrollar nuevos armamentos sobre la base de la inteligencia artificial (IA), lo que puede determinar cómo será el equilibrio de poder en el mundo, afirmaron expertos estadounidenses, citados por Fox News este martes.
"La carrera con China para construir sistemas de armas autónomas es el desafío definitivo en el ámbito de la defensa para los próximos 100 años", indicó Christopher Alexander, analista principal en Pioneer Development Group. Asimismo, agregó que la letalidad de esta tecnología hace más importante para Washington permanecer a la vanguardia, porque si gana la carrera, obtendría una "nueva y dinámica forma de disuasión", ya que un eventual conflicto sería tan costoso en términos humanos y financieros que se convertiría en "una opción poco realista" para rivales como China o Rusia.
Además, Ziven Havens, director de Política del fondo Bull Moose Project, aseveró: "EE.UU. actualmente está en una nueva carrera armamentística, aunque esta vez es contra China, en lugar de contra la Unión Soviética". "La tecnología militar propulsada por inteligencia artificial va a cambiar la guerra para siempre", vaticinó.
Según el experto, si se le permite a Pekín convertirse en líder en el desarrollo de dicha tecnología, para EE.UU. y sus aliados sería más peligroso por "la situación actual del mundo, junto con un posible conflicto militar en Taiwán".
Por su parte, Phil Siegel, fundador del Centro para Preparación Avanzada y Simulación de Respuesta a las Amenazas (CAPTRS, por sus siglas en inglés), sostuvo que es probable que "todas las potencias militares bien financiadas" participen en la carrera por desarrollar armamentos sobre la base de IA.
En este contexto, afirmó que el sector debería ser regulado por tratados internacionales. "También espero que todo uso de armas no tripuladas se negocie en base a los artículos internacionales sobre la guerra, como [en el caso de] las armas nucleares, las armas químicas y ciertas armas tácticas", señaló Siegel.